CONCIERTOS

Elegancia y embrujo flamenco con Diego ”El Cigala”

Por: Elcie González para People Music

El encuentro que tuvo lugar la noche del pasado viernes primero de Mayo en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce, con el reconocido cantaor flamenco, Diego el Cigala, solo se puede describir con una palabra: Espectacular.

Luego de la presentación de la artista puertorriqueña, Giselle Solis, a manera de preámbulo, quien junto al percusionista Daniel Díaz, presentara algunas de las melodías de su último disco, una singular escenografía y los acordes de cuatro virtuosos, colmaron la sala, prácticamente repleta de espectadores, rendidos ya a la atmosfera que anunciaba la llegada del maestro del cante flamenco. Y es que así se había previsto: primero la música, para crear el embrujo, luego el artista para completar el hechizo.

En tanto, se escucharon, justo, sus primeras y cálidas palabras: “Buenas Noches Puerto Rico, Gracias a Dios por este cante a Latinoamérica”. “Gracias a Dios por todo lo que me permite; Gracias por la música.” “¿Qué nos haríamos sin ella?”
La figura, elegantemente erguida, el cabello apocalíptico, las manos inquietas tal mariposas en rítmicos encuentros y desencuentros, el incesante caminar sobre la tarima, el vaso constante con liquido de color naranja, o de color ámbar y hasta el detalle de los fallos del sonido que alejaban durante largos e inquietantes momentos al artista de su público, parecía propicio para crear la magia y desatar al “duende” de El Cigala.

El repertorio que el cantaor interpretó esta vez ante el público boricua, incluyo varios de los éxitos de sus más conocidas producciones musicales, Romance de la Luna Tucumana; Cigala &Tango y Lágrimas Negras e incluyó una variada y exquisita muestra de sus más logradas interpretaciones en “cante hondo” en fusión con ritmos como el bolero, el tango, el bossa-nova, el guaguancó, y coplas entre varios.

Hubo momentos de verdadero embrujo durante esta noche con Diego” El Cigala”, sobre todo, cuando interpretó La Vida Loca; El día que me quieras, Alfonsina y el Mar; Inolvidable; 20 años y Soledad, acompañado al piano por “Jumitos”, excelente músico que hizo vibrar al público con su fuerza y su forma de tocar.
Sin embargo, del repertorio, Lágrimas Negras, la canción que inmortalizo en su estilo junto al virtuoso Bebo Valdés, y Dos gardenias así como la interpretación de El Cantante, pieza del puertorriqueño, Héctor Lavoe o el junte ocasional y sorpresivo a mitad del espectáculo con el cantante boricua , Andy Montañez, crearon, definitivamente una verdadera apoteosis entre los espectadores.

Mención aparte merece la actuación de sus músicos tanto del pianista, como del tocaor, Dan Ben Lior, quizás el más joven del grupo, pero igual de grande en la guitarra, al punto que por momentos era difícil distinguir entre el instrumento y el hombre, o el bajista, Yelfy Heredia, excelente músico cubano que acompaña a Cigala desde años, Sabú Porrina, el percusionista que hizo derroche también de su gran maestría. Todos eran Cigala y Cigala era todos ellos, en complicidad total y consciente, como para consumar el hechizo.

Sobresaltado al darse cuenta de que ya sobrepasaba la media noche, de una entrega imparable y a la vez, fascinante, el Cigala y sus músicos se despidieron del público: “Buenas Noches Puerto Rico: os quiero y os amo.” “¡Qué hermoso público!,” “¡Que Dios los Bendiga!”…expresó, el cantaor, al tiempo que se inclinaba respetuosamente, frente a un público todavía visiblemente emocionado y enardecido.

Esta segunda presentación del artista en Puerto Rico forma parte de una gira que lo llevará también por Estados Unidos, Canadá, Suecia, Francia, Marruecos, Colombia, México y España, entre otros países, antes de finalizar el 2015.

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