Por: Elcie González para People Music
La legendaria cantante, Lucecita Benítez regaló nuevamente su hermosa voz a cientos de seguidores y público en general que el pasado sábado se dieron cita en la sala de Festivales del Centro de Bellas Artes, de Santurce, para disfrutar de su gran talento y fuerza interpretativa, dones que la han caracterizado siempre y que, a pesar del tiempo, resultan imperecederos al igual que su ferviente amor por la patria.
La Voz Nacional de Puerto Rico, como también llaman a la diva puertorriqueña, trajo para este espectáculo que tituló, “Traigo un pueblo en mi voz II, “más de veinte temas, de su trayectoria artística, entre los que resaltaron reconocidísimas melodías que en su voz, han recorrido prácticamente buena parte del mundo y que la han colocado entre las mejores intérpretes de la música popular contemporánea.
Con la música de fondo de su banda e imágenes en pantalla del inolvidable, Festival Mundial de la Canción, de 1969 en México, Luz Esther Benítez, la inolvidable Lucecita dejó escuchar su voz mientras el telón subía y un público de pie, la ovacionaba y sobre el escenario, al lado del piano, una pequeña mesa con flores, exhibía el Grammy, otorgado recientemente a la artista junto a una silla de madera en curiosa forma de bandera que la cantante no dejó de admirar durante todo el concierto.
Ataviada impecablemente de blanco, la artista apareció esta noche, sencilla y relajada, acompañada esta vez, por 13 músicos y coristas, entre ellos el joven cuatrista Luis Sanz quien se presentaba ante el público por primera vez esta noche y en el piano, Juan Carlos Vega, quien tuvo a su cargo, varios segmentos junto a Lucecita.
Apenas la cantante entró a la Sala, repleta de fanáticos y admiradores, el público en general la de pie y mientras entonaba “Distancia”, su gente ya no dejó de aclamarla prácticamente durante todas sus interpretaciones de temas que la han perpetuado a través de su trayectoria como aquellos de corte romántico “Alfonsina y el mar” y “El Unicornio azul”, “Si tan solo un instante” de Alberto Carrión, hermosas melodías que en su voz, se han hecho aún más memorables.
Sus primeras intervenciones fueron elocuentes de su gran compromiso con la música y de amor por su patria. Por eso, en varias ocasiones, el público de pie, dio gritos de”! Bravo!” y de apoyo a sus palabras que en buena medida, expresaba el sentir de gran parte de los admiradores y seguidores de la emblemática puertorriqueña.
“A veces la vida nos da golpes muy duros, nos golpea […], de pronto me digo: ?Cómo puedo yo hablar con mi pueblo y mi gente, agradecerles en estos momentos tan duros que nos ha tocado vivir?…Porque esto , dijo refiriéndose al fatal impacto del huracán María, no se arregla de la noche a la mañana, y el que te diga lo contrario, te miente”, aseguró.
• Para la primera parte del Concierto, la cantante incluyó, además, canciones de corte social “Minero soy”,”Gurisito”, “EL Diablo”, “Te digo hermano”, “Cuando tenga la tierra”, “Mi país” y “Plegaria a un labrador”, pero durante todo el segmento hubo además, pláticas, anécdotas y palabras que confirmaron su posición de crítica y compromiso social inquebrantables y que fueron ovacionadas en todo momento por la audiencia.
Pero Lucecita es Lucecita, en cualquier época y tiempo. Por eso, durante la segunda parte del concierto, su canto voló, aún más alto, cuando tocó el turno a “Amanecer Borincano”, otro tema de Alberto Carrión, “Lelolai”, “Las manos del campo,” de Antonio “El Topo” Cabán Vale) y “Triunfo agrario”, y por supuesto, “Traigo un pueblo en mi voz”, canciones que el público siguió y coreó, de pie todo el tiempo y aprovechó para regalar solemnemente a la “Voz Nacional”, que ya rebasa sus 75 años, pero no así su voz, hermosas rosas y una brillante bandera puertorriqueña.
La noche fue también ocasión para mostrar al público el “Grammy”, muy merecido, que la artista recibió el año pasado en reconocimiento a su relevante trayectoria artística y que ella mostraba orgullosa.
Para la parte final, Benítez se lució espléndidamente en “Oubao Moin”, (de Juan Antonio Corretjer), acompañada por los coristas, Iris Martínez, Yanira Torres y Félix Alvarado. Como siempre su voz sonó espléndida, arrolladora, sublime, pero si cabe, y a pesar del tiempo, hermosa y melódica
Otro gran banquete se produjo, luego de un aparente final en el que, bajo los intensos e insistentes reclamos del público, la artista volvió a escena para cerrar como en un vértigo musical interminable, con “Génesis” del compositor Guillermo Venegas Lloveras, conocido tema que ya en 1969, gracias a su impecable y brillante interpretación, le diera el triunfo en el Festival Mundial de la Canción Iberoamericana, en México.
Finalmente la noche cerró quedando en el ambiente la certeza de que su hermosa voz y su canto, estarán siempre en el corazón de su pueblo.
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