CONCIERTOS

SOBRIO, IMPECABLE E INTENSAMENTE MUSICAL… IRAKERE

Por: Elcie Gonzalez para People Music

La tan esperada presentación del grupo cubano Irakere y Chucho Valdés en el Centro de Bellas Artes de Santurce, en Puerto Rico el pasado sábado, permitió confirmar que, a pesar de los años, la prestigiosa agrupación cubana, continua haciendo música de la más alta calidad y excelencia interpretativa a lo que contribuye, sin duda, la presencia del famoso director y pianista, Chucho Valdés junto a los virtuosos músicos, que le acompañan en cada espectáculo.

El público que desde las primeras horas colmó la Sala de Festivales, disfrutó esta vez de una jornada, además de excitante, sobria, impecable e intensamente musical, en la que cada uno de los músicos interactuó con sus instrumentos hasta casi hacerlos estallar en improvisaciones inusitadas y atrevidas. Y hasta los que ya sabíamos de tales hazañas musicales, quedamos sorprendidos e impresionados junto a un auditorio que no dejo de ovacionar cada una de las brillantes ejecuciones. “Muy Buenas Noches, Saludos Puerto Rico,” expresó Valdés, al unísono con el inconfundible lenguaje de su piano del cual ya no se separaría por el resto de la noche.

El repertorio para esta ocasión, en la Isla del Encanto, como parte de la gira de espectáculos: “Irakere un tributo a sus 40 años”, se inició con “Juana 1600”, número que, según comentó su director, corresponde al tema de presentación del grupo y que arrancó a los tambores batá los más rítmicos y sonoros acordes afrocubanos y afrocaribeños, y a los que, en su momento, se sumó también el chequeré, el güiro, el piano, el contrabajo y los metales, estos últimos a cargo en su mayoría, de los más jóvenes integrantes, pero igualmente virtuosísimos músicos, lográndose el complemento perfecto.

El escenario lució despejado; con una escenografía plana, sin efectos, ni adornos, solo en el centro del escenario la música inconfundible de Irakere, concentrando para sí, toda la atención de un auditorio embelesado y por momentos, sorprendido y admirado por las excelentes ejecuciones de los músicos cubanos. Y aunque esta vez, la sala no se llenó totalmente (obviamente este tipo de música tiene su público), quienes estuvieron allí, sabían que participaban de un espectáculo grandioso y se lo disfrutaron al máximo con cerrados aplausos y frecuentes puestas de pie.

Desde su piano, el famoso Chucho Valdez, reconocido como el innovador del llamado latin jazz, y de otros ritmos como la timba cubana, con base afrocubana, hacia la introducción de cada una de las melodías interpretadas por Irakere, así le prosiguió, “Estela va a estallar”, sobre la cual comentó que era una versión del grupo y que le cambiaron el título a la pieza por este más jocoso.

A continuación los acordes de “Yansa.” “Este viene directamente de Nigeria, del África”, dijo Chucho, refiriéndose a la melodía, y le siguió “Comanche”, con fuertes y lucidas interpretaciones de los instrumentos de percusión batá, abacuá, arará, el chequeré, maracas, cencerros, bongó, tumbadoras y güiro junto a la magistral interpretación del vocalista y mago de los tambores batá, lograron llevar a escena, los mismos toques y cantos africanos en armonía con lo caribeño, ese ritmo tan peculiar que ha puesto en lo más alto y durante años, el nombre de Irakere.

Sin embargo, muy bien recibida también por el público fue el tema “New Orleans blues”, una melodía en blues, música del África Occidental, llevada por los esclavos al sur de Estados Unidos, a la que el arreglista de Irakere logró imprimir las raíces de lo afroamericano excepcionalmente, y donde los solos de los saxos, junto al piano de Valdés y el contrabajo, protagonizaron una de las mejores y más aplaudidas entregas de la noche.

Otro de esos momentos particularmente emocionante y musicalmente hermoso, lo fue sin duda, la interpretación de Valdés al piano de “Caridad Amaro”, dedicada a su famoso padre Bebo Valdés. “Con este número, comentó el artista, también quiero hacer un tributo a quien le debo la vida, la carrera y el ejemplo; a mi padre, a Bebo Valdés.”

Luego, y como si lo hubiese recordado de pronto, comentó: “Se me pasaba en el programa, pero quiero incluir un tema del grupo, que en los años 70 rompió las barreras en el ámbito musical en Cuba, con la incorporación de la lengua yoruba, los giros africanos, los tambores arará, y elementos de raíces africanas en la música cubana y que abrió otra visión con la incorporación del jazz o latín jazz, como se le llama. Me refiero al número “Misa negra,” el cual fue merecedor de un premio Grammy como primer disco en vivo.”

Para la parte final del espectáculo, de Irakere en Puerto Rico, varias piezas inconfundibles de la música popular cubana; “Xiomara” y “Bacalao con pan”, pusieron a bailar a todos los presentes. En la primera parte y al son de “Ave María Lola… ”Le acompañó el artista puertorriqueño, Andy Montañez, quien subió al escenario y siguió con su potente voz el estribillo mientras abrazaba a Chucho Valdés y a los demás músicos.

“Bacalao con pan” cerró finalmente el espectáculo de “Tributo a Irakere en sus 40 años.” Los músicos salieron como entraron; sobrios, sencillos, seguros, alegres, invitando a bailar y a gozar con Irakere y sin otras fanfarrias que la música y sus instrumentos a cuestas…para qué más? Si con ello han sabido ya ganar un lugar entre los más grandes y mejores de la música.

Tags: , , ,

Comments are closed.