CONCIERTOS

Katy Perry pinta el Choliseo en neón

Por: Pedro Rafael Correa Henry para People Music

Después de una espera ansiosa y ser oídos de una serie de “public service announcements” de parte de múltiples “Katycats”, el pasado lunes, 12 de octubre, el Coliseo José Miguel Agrelot de Puerto Rico se vistió de colores fluorescentes para recibir a la cantante estadounidense, Katy Perry.

Anterior a la presentación, parte del Prismatic World Tour, todo pareció más pintarse color hormiga.

Algunos de sus seguidores perseveraron al esperar más de 30 horas para ver a la diva del pop, según señaló un joven a través del “fanpage” de la artista por Twitter.

“Public Service Announcement! Si se comportan bien, nos dejarían entrar de 07:00 pm a 07:30 pm”, pronunció un joven con un tono ambicioso. Luego, este volvió a anunciar que cuando ella comenzase a interactuar con la audiencia, le cantarían ‘Happy Birthday’ “porque ella cumple el 24 de octubre”.

“¡El 25!”, le corrigió todo aquel que lo rodeó.

Desmayos, malos ratos y un sinnúmero de fanáticos sofocados estuvieron a granel en la línea de espera para acceder al “Standing Arena”. Sin embargo, las aguas se calmaron cuando, alrededor de las 8:00 pm, abrieron las puertas y los ánimos dieron un giro de 180 grados.

El público tuvo la oportunidad de deleitarse con la actuación de entrada de la intérprete de R&B, Tinashe.

En la espera a la estrella de la noche, la alegría del público se dejó ver y escuchar. Antes del espectáculo, el espectador decidió entretenerse al hacer “olas” de un lado a otro.

A las 9:48 pm, unos bailarines, luciendo “mohawks”, armadura de fútbol americano y cetros luminiscentes en mano, pisaron el escenario. Entonces, la más esperada, Katy Perry, apareció elevada de una plataforma subterránea y vestida en un traje de corte futurista que dio a conocer los ojos de un gato acogedor cuando inició a brincar cuica en la tarima.

En esta parte, que pareció como el espectro de una prisma por el dinamismo de la luminotecnia y el vestuario, interpretó éxitos como “Roar”, en el que un león feroz estuvo en el fondo digital rugiendo, “Part of Me” y una versión rock de “Wide Awake”.

Continuó la aventura de la noche cuando las luces reflejaron unos tonos más cálidos y la cantante salió montando un lujoso caballo y con atuendo que asemeja a Cleopatra, todo se dirigió al antiguo Egipto. De aquí, interpretó temas como “Dark Horse”, “E.T. (Extraterrestrial)”, “Legendary Lovers” y “I Kissed a Girl”, canción que la llevó a reconocer y en la que la acompañaron unas momias voluptuosas a bailar.

Al cambiar su vestuario nuevamente, se proyectaron visuales de gatos bajo el “sueño hollywoodense”. Entre sesiones de yoga, pasar un día de spa, caminar alrededor de tiendas como “Cartier” y andar de fiesta en fiesta, estos felinos se la vivieron y terminaron tertuliando en el teatro para presenciar a “Kitty Purry” como Katy Perry.

Una bailarina, bailando tap al ritmo de un sensual jazz, cautivó al público y Perry vuelve a la tarima con un traje de gato rosado y cubierto en cristales. Aquí siguió con una versión “big band” de “Hot N’ Cold” e “International Smile”, en la cual mezcló con el éxito de Madonna, “Vogue”.

“Sell the garment!”, le exclamó la cantante a sus bailarines mientras modelaron sus abrigos exóticos en la pasarela.

“¡Puerto Rico! ¿Cómo estás? Tacos. Just kidding!”, bromeó Perry con el público. Luego, la artista, vestida en un traje de noche con motivos de mariposa, invitó a dos jóvenes, de Ponce y Arecibo respectivamente, a la tarima.

En esta ocasión, la artista les preguntó a las chicas en tarima como decir frases en español como “los quiero mucho”, “me estoy sintiendo yo misma” y “Puerto Rico es la mejor isla”. Mientras que el jocoso intercambio se llevó a cabo, el público cantó de manera espontánea “Yo soy Boricua, pa’ que tú lo sepas”, y dio un bailesito. Finalmente, ella decidió tomarse una autofoto con los teléfonos celulares de las jóvenes.

Entonces, Perry interpretó versiones acústicas de “By The Grace of God”, “The One That Got Away” y “Unconditionally”, en las que cuatro mariposas gigantes y los “smartphones” de los espectadores iluminaron el establecimiento.

“You never thought we would be coming here? There were 149 shows, and you would like what? Maybe we saved the best for last. We appreciate you for selling this place out”, le dejó conocer a sus “Katycats”.

El final del concierto fue un “hyper throwback” a la década de los 90. Además de un megamix que se reprodujo y la proyección de una cámara hacia el enérgico público, una coreografía impresionante estuvo a la orden. Seguido a esto, Perry interpretó canciones como “Walking on Air”, un medley de “This is How We Do” y “TGIF (Thank, God, It’s Friday)”; globos inmensos de emojis, un lápiz labial, una cartera y un taco se presenciaron alrededor de la arena.

La artista jugó con su fanaticada al hacerles creer concluir con Teenage Dream y California Girls, pero el espectáculo siguió viento en popa.

Para dar fin a la aventura, la cantante cerró con broche de oro al cantar su tema explosivo, “Firework”, vistiendo un traje con un estampado que simuló fuegos artificiales.

Aunque faltó la supervisión de los padres de los menores en las líneas de espera y la función concluyera alrededor de la medianoche, la producción de Katy Perry dio una lección en cómo encantar y entretener a su público.

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