CONCIERTOS

Se enciende el Choliseo con medio siglo musical de “El Malo de la Salsa”

Por Robby Cortés
Especial para People Music

Con motivo de la celebración de sus 50 años de carrera musical, el trombonista y cantautor Willie Colón se presentó el pasado sábado, 12 de noviembre, ante un público que llenó la modalidad mediana del Coliseo de Puerto Rico, en un concierto lleno de recuerdos y éxitos, haciendo una travesía casi completa de sus distintas etapas musicales.

William Anthony Colón Román, quien nació en Nueva York de padres puertorriqueños, pertenece a una selecta cepa de músicos que aportaron a definir el ritmo tropical de la salsa desde finales de la década de los ’60s.

Toda una hazaña, considerando el hecho de que el trombonista comenzó su carrera profesional a los 15 años.

Y es que Willie Colón, como el mundo lo ha conocido desde el principio, ha sabido crear una mezcla que envuelve elementos de jazz, samba, disco y otros, a los cuales le ha añadido ingredientes africanos y otros tradicionales de la música puertorriqueña, tales como la bomba, la plena, la música jíbara y hasta la décima, para crear un ritmo salsero único en su clase.

A las 9:15pm se apagaron las luces del Coliseo para comenzar la aventura musical con la primera etapa de su carrera musical, entre 1967 y 1973, que lo catapultó a la fama internacional junto al gran sonero boricua, el fenecido Héctor Lavoe.

La introducción de congas que dio paso a un medley de clásicos del binomio Colón/Lavoe, tales como ‘Che Che Colé’, ‘Te Conozco’, ‘Barrunto’ y ‘Calle Luna, Calle Sol’, provocó que muchas parejas se pusieran de pie y convirtieran el Choliseo en un gigantesco salón de baile por las próximas dos horas y 35 minutos que duró la velada musical.

Tras una introducción de Colón, quien se mantuvo jovial y conversador con el público durante todo el concierto, pasó a cantar otro de los éxitos de su primera etapa; el clásico ‘Abuelita’.

Debo confesar que, habiendo escuchado estas canciones toda la vida en la voz de Héctor Lavoe, no imaginaba que la voz de Willie pudiera hacerle justicia. Afortunadamente, me equivoqué.

Aunque las voces de Colón y Lavoe no son similares, el trombonista logró darles un matiz honesto a estos clásicos, provocando que por momentos entrara la melancolía, pensando en la ausencia física de Lavoe, quien falleció en 1993.

Luego de la energía inicial del concierto, Willie dio paso a ‘Volar a Puerto Rico’, tema que, según dijo en el escenario, no cantaba hacía muchos años.

Esta canción, de su aclamada producción discográfica ‘Fantasmas’, de 1980, es una adaptación del tema ‘Rio’, del exintegrante de los Monkees, Michael Nesmith, y que Willie utilizó como base para este tributo a Puerto Rico, que evoca mucha nostalgia, sobre todo, a quienes forman parte de la diáspora.

Entre sorbos de una copa que lo acompañó durante la velada, Willie Colón continuó el viaje musical con ‘Sin Poderte Hablar’, canción que provocó que nuevamente se levantaran muchas parejas a bailar, recordando tal vez sus bailes de graduación, cuando este tema estaba calado en la juventud puertorriqueña, allá para principios de la década del ’80.

La velada continuó con ‘Gitana’, dando paso a ‘Juana Peña’, otro de los clásicos que creó Willie junto a Lavoe, magistralmente interpretado por la orquesta actual del trombonista.

“La máquina del tiempo”, como Colón describió en un momento dado el concierto, continuó con ‘Mi Sueño’, otro de los temas de su disco ‘Fantasmas’, el más exitoso de la carrera del salsero.

Cabe destacar en este número, y en otros durante el evento, la espectacular participación del cuatrista Prodigio, quien interpretó su instrumento con precisión y colorido sonoro.

El concierto siguió fluyendo con temas como ‘Idilio’, el merengue ‘Amor Verdadero’ y la canción ‘Quiero Saber’, del disco ‘Bamboleo’, de la Fania All-Stars.

En este momento del concierto, Willie Colón ofreció a su fanaticada las dos canciones más emblemáticas de su carrera como cantante y las que desataron emociones entre el público.

La introducción del piano junto a una conversación de Willie con el público sobre su vida, filosofías y hasta la tecnología, dio pie al clásico ‘Oh, Que Será’, original de Chico Buarque, y tema principal del disco ‘Fantasmas’.

Tal como dijo Colón en la introducción de ‘Oh Que Será’, esta canción tiene muchos sentidos para muchas personas. En mi caso, me llevó al recuerdo de mi fenecida hermana mayor, Hedda Pérez, quien fue la persona que me enseñó el disco de ‘Fantasmas’ cuando era pequeño, adentrándome al mundo musical del gran Willie Colón. Gracias, hermana!

‘El Gran Varón’ fue el próximo tema. Una canción adelantada a su época, donde aborda los temas de la homofobia, el machismo y el SIDA, a través de la historia de Simón. Esta canción causó mucha controversia cuando fue lanzada en 1989, pero fue acogida por el público, convirtiéndola en un gran éxito para el salsero y eventualmente fue reconocida como una canción de vanguardia.

La energía continuó en tarima con otro medley de éxitos, esta vez dedicado a Héctor Lavoe, en donde se destacaron algunos de los coristas de la orquesta, quienes asumieron la voz principal en estos éxitos de manera impecable.

Tras despedirse y retirarse del escenario, Willie regresó para la “ñapa”. De repente, llegó la navidad al Choliseo, con la canción ‘Aires de Navidad’, con una destacada labor de Prodigio en el cuatro, quien le hizo justicia en el concierto al legado musical del gran Yomo Toro. Una forma perfecta para cerrar con broche de oro este gran concierto, que finalizó poco antes de la medianoche, aunque hubiese deseado que durara tres horas más.

De esta manera se despidió Willie Colón del público puertorriqueño.

Cabe destacar que, aunque el tema del concierto fue celebrar toda la carrera musical de Willie Colón, no se tocó nada de la época de gloria del junte de Colón con el cantautor Rubén Blades. Esto, debido a las diferencias que tienen ambos desde hace unos años, lo que no permitió que los éxitos del binomio, entre los que están algunas de las canciones más importantes de la historia de la salsa, se tocaran en el evento.

Sin embargo, los clásicos que sí se interpretaron fueron de gran satisfacción para el público salsero que asistió a verlo. No hubo fallos en la selección de temas.

La producción, de Lana Productions, fue una excelente. La pantalla gigante en el fondo del escenario permitió la proyección de estampas alusivas a la temática de las canciones, así como también logró que los espectadores que estaban lejos del escenario no se perdieran ningún detalle del concierto.

El sonido y la iluminación estuvieron a la altura de las canciones interpretadas.

Hay que destacar la gran labor que realiza la banda que acompaña a Willie en esta gira. Con miembros de distintos países latinoamericanos, estos forman un sonido sólido e impecable, muy fiel al bandón original que acompañó a Colón durante sus años con la Fania.

En fin, fue una noche inolvidable para los salseros, donde tuvimos la rara oportunidad de escuchar parte del legado de un genio de la música tropical, a quien le llaman “El Malo”, pero que en realidad es el mejor.

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